jueves, 20 de enero de 2011

TRASTORNO DEL DESARROLLO DE LA COORDINACION Y TARTAMUDEO

CARACTERISTICAS DIAGNOSTICAS

La característica esencial del trastorno del desarrollo de la coordinación es una alteración significativa del desarrollo de la coordinación motora (Criterio A). El diagnóstico sólo se establece si tal afectación interfiere significativamente el rendimiento académico o las actividades de la vida cotidiana (Criterio B). El diagnóstico se establece si las deficiencias de la coordinación no se deben a una enfermedad médica (p. ej parálisis cerebral, hemiplejía, o distrofia muscular) y no se
cumplen los criterios del trastorno generalizado del desarrollo (Criterio C). Si hay un retraso mental, las deficiencias motoras exceden de las habitualmente asociadas a él (Criterio D). Las manifestaciones de este trastorno varían en función de la edad y la etapa del desarrollo. Por ejemplo, los niños pequeños pueden manifestar torpeza y retrasos en la consecución de hitos del desarrollo motor (p. ej caminar, gatear, sentarse, anudar los zapatos, abrocharse las camisas, subir y bajar una cremallera). Los niños mayores pueden manifestar dificultades en tareas motoras como hacer
rompecabezas, construir modelos, jugar a la pelota y escribir.



SINTOMAS Y TRASTORNOS ASOCIADOS

Habitualmente, el trastorno del desarrollo de la coordinación se asocia a retrasos en otras áreas del desarrollo no motor. Los trastornos asociados pueden incluir trastorno fonológico, trastorno del lenguaje expresivo y trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo

PREVALENCIA

Se ha estimado que la prevalencia del trastorno del desarrollo de la coordinación es de un 6 % en los niños de 5 a 11 años de edad.

CURSO

Habitualmente, el reconocimiento de un trastorno del desarrollo de la coordinación suele ocurrir en los primeros intentos del niño por realizar tareas como correr, utilizar cuchillo y tenedor,abrocharse los vestidos o jugar a la pelota. El curso es variable. En algunos casos la falta de coordinación se prolonga durante la adolescencia y la vida adulta.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL

El trastorno del desarrollo de la coordinación debe distinguirse de afectaciones motoras debidas a una enfermedad médica. Los problemas de la coordinación pueden estar asociados a enfermedades neurológicas específicas (p. ej., parálisis cerebral y lesiones progresivas del cerebelo), pero en estos casos existe una lesión neurológica definida y hallazgos anormales en la exploración neurológica. Si hay un retraso mental, el trastorno del desarrollo de la coordinación sólo puede diagnosticarse si las deficiencias motoras exceden de las habitualmente asociadas con el retraso mental. Cuando se cumplen los criterios de un trastorno generalizado del desarrollo, no se establece el diagnóstico de trastorno del desarrollo de la coordinación. Los sujetos afectos de un trastorno por déficit de atención con hiperactividad pueden caerse, chocar con los objetos, golpearlos, pero todo esto suele deberse a su distraibilidad e impulsividad más que a una afectación motora. Si se cumplen los criterios de ambos diagnósticos, deben formularse los dos.

                                                        TARTAMUDEO

CARACTERISTICAS DIAGNOSTICAS

La característica esencial del tartamudeo es un trastorno de la fluidez normal y estructuración temporal del habla, que es inapropiada para la edad del sujeto (Criterio A). Este trastorno se caracteriza por frecuentes repeticiones o prolongaciones de sonidos o sílabas (Criterios A1 y A2). También se observan otros tipos de alteraciones de la fluidez del habla, entre las que se incluyen interjecciones (Criterio A3), fragmentación de palabras (p. ej., pausas dentro de una palabra) (Criterio A4), bloqueo audible o silencioso (p. ej., pausas en el habla ocupadas o no) (Criterio A5), circunloquios (esto es, sustituciones de palabras para evitar palabras problemáticas) (Criterio A6), palabras producidas con un exceso de tensión física (Criterio A7) y repeticiones de palabras monosilábicas (p. ej Yo-yo-yo le ver). La alteración de la fluidez interfiere el rendimiento académico o laboral, o la comunicación social (Criterio B). Si hay un déficit sensorial o motor del habla, las deficiencias del habla son superiores a las asociadas usualmente a estos problemas (Criterio C). Si hay un déficit sensorial o motor del habla o una enfermedad neurológica, se codificarán también en el Eje III. La intensidad del trastorno varía en función de las situaciones y a menudo es más grave cuando se produce una presión especial para comunicar (p. ej ser preguntado en clase o entrevistado para conseguir un empleo). El tartamudeo suele no producirse durante una lectura oral, cantando o hablando a objetos inanimados o animales.



SINTOMAS Y TRASTORNOS ASOCIADOS

Al iniciarse el tartamudeo, el sujeto puede no ser consciente del problema, desarrollándose posteriormente la conciencia e incluso la anticipación ansiosa de su dificultad. El sujeto puede intentar evitar el tartamudeo mediante mecanismos lingüísticos (p. ej., alterando la velocidad del habla, evitando ciertas situaciones verbales como telefonear o hablar en público, o evitando ciertas palabras o sonidos). El tartamudeo puede acompañarse de ciertos movimientos (p. ej., parpadeos, tics, temblores de los labios o el rostro, extensiones bruscas de la cabeza, movimientos respiratorios o apretar los puños). Se ha observado que el estrés o la ansiedad exacerban el tartamudeo. Debido a la ansiedad, frustración o baja autoestima asociadas, puede producirse una alteración de la actividad social. En los adultos, el tartamudeo puede limitar la elección o el progreso laborales. En las personas con tartamudeo, el trastorno fonológico y el trastorno del lenguaje expresivo se producen
con mayor frecuencia que en la población general.

PREVALENCIA

La prevalencia de tartamudeo en niños prepuberales es del 1 % y desciende al 0,8 % en la adolescencia. La proporción varón a mujer es aproximadamente 3:1.

PATRON FAMILIAR

Los estudios de familias y gemelos han suministrado sólidas pruebas de la existencia de un factor genético en la etiología del tartamudeo. La presencia de un trastorno fonológico o un trastorno del lenguaje expresivo de tipo evolutivo, o una historia familiar de ambos, incrementa la probabilidad de tartamudeo. El riesgo de tartamudeo entre familiares biológicos de primer grado es tres veces superior al riesgo observado en la población general. En el caso de varones tartamudos, alrededor del 10 % de sus hijas y el 20 % de sus hijos también lo serán.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL

Las dificultades del habla pueden estar asociadas a una deficiencia auditiva u otro déficit sensorial o a un déficit motor del habla. Cuando las dificultades del habla exceden de las habitualmente asociadas a estos problemas, puede establecerse un diagnóstico simultáneo de tartamudeo. El tartamudeo debe distinguirse de las anomalías de la fluidez verbal normales que se producen frecuentemente en niños pequeños y que incluyen repeticiones de palabras enteras o de frases (p. ej quiero, quiero un helado), frases incompletas, interjecciones, pausas injustificadas y observaciones entre paréntesis.

Manuel J. Gómez M.
Electrónica del Estado Sólido
Sección: 02
DSM-IV Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales

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